martes, 17 de mayo de 2011

Wade y LeBron sentencian la eliminatoria para Miami y envían a Boston de vacaciones



Traumático final de temporada para los Boston Celtics, cayendo en el 5º partido en Miami tras haber estado dominando durante gran parte del choque, manteniendo viva la esperanza de volver al Garden a jugar el sexto, y cometiendo un pecado capital para un equipo como el suyo.
Y ese pecado fue el no saber mantener una ventaja de seis puntos a 4 minutos y medio del final, y sufrir una parálisis en esa recta final de partido, sin anotar un solo puntos y viendo como se les escapaba el partido, la serie, la temporada y posiblemente el ciclo, sin ningún signo de reacción por su parte.
En esos definitivos 4 minutos y medio, LeBron James se erigió en el gran protagonista al liderar un contundente parcial de 16-0, firmando diez puntos para poner patas arriba a una grada inundada de camisetas blancas.
Llevaré mi talento a South Beach”, dijo el pasado verano.
Anoche cumplió sobradamente.
Pero si LBJ fue el hombre que terminó de ajusticiar a los verdes, no hay que olvidarse del estratosférico partido de su compinche Dwyane Wade, responsable máximo de que los Heat no se hundieran cuando su fiero rival vivía sus mejores minutos.
Flash mantuvo con vida a los suyos, y James puso la rúbrica definitiva.
Y es que Boston, en la enésima muestra de orgullo de un equipo campeón, no bajó los brazos pese al 1-3 con que se presentaban en Florida, y jugaron sus cartas a la perfección durante la mayor parte del tiempo.
El 16-24 del primer cuarto es une buena muestra de ello. KG5 olvidaba su pésimo 4º partido y aportaba doce puntos en el primer parcial para liderar a los suyos, con Wade evitando una exagerada fuga.
Buena y esperada reacción local en el segundo cuarto (31-25), para que al descanso apenas dos puntos separaran a ambas escuadras (47-49).
Por entonces el escolta de Miami ya andaba por los 23 puntos, mientras que Allen y Rondo mantenían el tipo ante el lógico bajón de Garnett.
En un tercer cuarto marcado por el acierto desde el triple (3 de Miami y 4 de Boston), LeBron comenzó a desperezarse y mantuvo un bonito duelo con Pierce, aunque el parcial terminó con empate técnico (24-24).
Pero Boston perdió entonces a un Rajon Rondo que en el descanso entre el tercer y 4º cuarto tuvo que ser atendido de sus dolores de espalda, sin volver a poner el pie en la pista durante el periodo definitivo.
Entre sus problemas físicos y el buen papel de Delonte West, Rivers prefirió jugársela con el pelirrojo.
No le fue mal, ya que 8 puntos de West permitieron a su equipo llegar a mandar por 7 puntos al inicio del cuarto, en unos minutos difíciles para Miami, que sólo sumaba desde el libre.
Una canasta de Krstic puso un 81-87 a cuatro minutos y medio.
A partir de ahí, el ciclón blanco arrasó todo verde que se encontraba en al camino.
A cada acción positiva, los chicos de Miami Beach parecían mucho más fuertes y más atléticos que unos Celtics, a los que a cada acción negativa les salía una cana o una arruga.
James Jones acertó con su primer y único triple del partido a 3:43 para poner un 85-87.
Allen fallaba en su intento por devolver el triple, y CB1 se colgaba del aro en la siguiente acción para empatar y comenzar a cavar la tumba céltica.
Las dos siguientes canastas fueron dos triples de LeBron para poner con +6 a su equipo a falta de 40 segundos.
Para certificar la defunción de los Celtics, robo de James a su ex compañero Delonte, y mate con toda la rabia del Mundo para sentenciar definitivamente.
Ambos conjuntos partían a principio de temporada con la vitola de máximos favoritos en el Este, pero a la hora de la verdad, se puede decir que sólo hubo un equipo sobre la cancha.
Miami sigue adelante, LeBron acaba con su bestia negra y Wade sigue siendo el corazón de unos Heat que apuntan muy, muy alto.
Para Boston, esta eliminación puede ser mucho más que el final de una temporada.
Quizá haya que plantearse dar por finalizado un brillante ciclo, que comenzó con la llegada en el verano de 2007 de Garnett y Allen, y que deja como legado 1 anillo y un subcampeonato.
Cuando arranque el training camp en unos meses, puede que muchas de las caras que vimos anoche no estén presentes, aunque parece que el capitán del barco, Doc Rivers, se resiste a abandonar la nave céltica.



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